martes, 13 de diciembre de 2011

EL MAR DE LA FELICIDAD




¿Qué tienen en común la felicidad y el mar?. A simple vista podemos pensar que nada o muy poco, sin embargo, si nos paramos a pensar un momento, nos daremos cuenta de la gran semejanza entre ambos.
Si vemos la felicidad como un absoluto, podemos asemejarla con el mar, con su grandiosidad, su inabarcabilidad, Su profundidad, su calma o su agitación, sus mareas…y puede ser que nos abrume su inmensidad, y nos sintamos de la misma manera ante la posibilidad de poder alcanzar la felicidad. Sin embargo, si cambiamos de perspectiva, podemos darle la vuelta a esa idea tan absoluta que se nos hace tan inalcanzable.
El mar lo constituyen las olas, no sólo las que rompen en las orillas, sino las corrientes de agua mar adentro, y las olas son algo más pequeño, más medible, una idea que podemos contener en nuestras mentes.
Así la felicidad entendida como un todo absoluto se nos hace inalcanzable, pero si nos marcamos pequeños objetivos, si nos vamos fijando pequeñas metas -una ola cada vez- todo se torna más fácil, más factible, más sencillo de lograr.

Y por otra parte os propongo otra forma de asemejar la felicidad al mar:

"De la mar al precepto,
del precepto al concepto,
del concepto a la idea-
¡Oh, la linda tarea!-,
de la idea a la mar.¡
Y otra vez a empezar!"(Antonio Machado).

Es decir ir de inmensidad del mar o de nuestra felicidad, a la percepción, o a la observación de este/a, y una vez que hayamos entendido el concepto, extenderlo hasta la idea de este/a, y volver a empezar… como un proceso de feedback, que nos haga movernos y observar desde la idea general a los detalles más específicos, y volver.

Buen viaje!!!!

martes, 5 de julio de 2011

EUREKA!!! YA SOY FELIZ!!!!!




Existe un concepto en psicología llamado “insight”: Es un término inglés que significa literalmente "destello de la conciencia" y se usa particularmente en psicología para designar la comprensión intuitiva de algo. Ocurre inesperadamente, después de un trabajo profundo, simbólicamente, o mediante el empleo de diversas técnicas afines. Coloquialmente es lo que le ocurrió a Newton cuando al ver caer una manzana de un árbol comprendió la Teoría de la Gravedad. O cómo se llegó a entender el diseño del ADN. (Como verás el insight es un concepto muy importante)




Puntos a tener en cuenta: no es algo totalmente fortuito, en ambos casos las personas habían estado trabajando antes sobre el tema en cuestión, pero en ese momento fue cuando llegaron a comprenderlo totalmente. Es el momento Ajá! O Eureka! Cuando neurológicamente todas nuestras neuronas (implicadas en ese tema) se activan de una manera nueva, o se relacionan con algo nuevo y de pronto comprendemos algo o tenemos una visión distinta de las cosas.ç




Muchas veces nos enfrentamos a un problema o una dificultad con el no por delante: No puedo, no voy a saber hacerlo, yo no sirvo para eso, nunca podré llegar a tener….




Si nos esforzamos en poner en práctica las técnicas de la Psicología Positiva, nos interesamos en investigar sobre el tema, en tenerlo presente, en probar… ese será el caldo de cultivo para que pueda nacer en nosotros una disposición a pensar de manera diferente, y así poder hacer frente a los problemas o dificultades desde una perspectiva diferente.






Y podemos hacerlo!




Antes se decía que el mundo acababa en el Cabo Finisterre, y resultó que no!




Antes se decía que la tierra era plana, y resultó que no!




Antes se decía que la tierra era el centro del universo, y resultó que no!




Imagina la de cosas buenas que te están esperando todavía en la vida!!!! Sólo tienes que cambiar la perspectiva!!!!!

lunes, 20 de junio de 2011

EJERCICIOS PARA SER FELIZ 2



UN MOMENTO PARA TOMAR EL CONTROL DE LO QUE SENTIMOS.

A veces tenemos que dedicarnos un tiempo en el que poder parar y pensar en: ¿Cómo estoy viviendo mi vida?. Pararnos a pensar en las distintas áreas de nuestra vida: profesión, relaciones personales, tiempo libre… y darnos cuenta tanto de lo que está bien en cada una de ellas, como de lo que falla, en cada una.
Una vez hecho esto tenemos que centrarnos en lo que queremos, porque eso es lo que nuestra mente va a manifestar. Tenemos que centrarnos en nuestros objetivos.
Muchas veces tenemos hábitos que no son adaptativos; nos sentimos aburridos, frustrados… y nos centramos en esos sentimientos. ¿Qué pasaría si viésemos una oportunidad en esos sentimientos? Sólo son síntomas que nos dicen que algo no marcha bien. ¿Y si en vez de enfrentarnos a esos problemas con los sentimientos negativos habituales, lo hiciéramos con otros, como imaginación, determinación, flexibilidad, autoconfianza, creatividad…? Hay que entrenar nuestras emociones para poder usarlas de manera efectiva.
¿Tratamos igual a una persona que viene hacia nosotros sonriendo que a una que está enfadada y viene malhumorada? No. Pues lo mismo pasa con los problemas, no los vamos a resolver igual con una actitud derrotista que con una confiada.
Imagínate la diferencia que hay, por ejemplo en el trabajo:
Ya que hay que trabajar, lo más positivo será hacerlo con buen humor, tratar de trasmitir ese buen humor a las personas con las que trabajamos (compañeros, clientes, pacientes…), y tratar de que para ellos también sea agradable el trabajo que tengan que realizar o la gestión que vengan a hacer con nosotros.
Simplemente cambiando nuestro estado mental o nuestra actitud, podemos lograr grandes cosas.
Y no pienses que todo va mal y que es terrible, simplemente si estás leyendo esto ya tienes una buena razón para sonreír: ¡estás vivo!

sábado, 18 de junio de 2011

¿Y SI FUERAS UN SUPERDOTADO EN FELICIDAD?





E imagínate que ni te habías dado cuenta…
Cuando se habla de los superdotados, no se tiene en cuenta a las personas que son muy felices. ¡Será que esto no se considera una alta capacidad!
Si seguimos el desarrollo del estudio en superdotación, en un principio se distinguía entre una inteligencia superior y una dotación excepcional de los individuos. Al principio, en los trabajos de L. Terman se hablaba de “gifted”, como aquellos individuos que habían sido “elegidos” o “bendecidos” con alguna característica excepcional. Posteriormente H. Gadner, consideraba que superdotación es una situación de logro o rendimiento, con lo que los niños sólo podían tener altas capacidades, que puede que después como adultos llegaran a desarrollar.
Es decir, por una parte tenemos los talentos de cada uno, y por otra la manifestación superior en conocimientos o habilidades, sistemáticamente desarrolladas en un campo.
Hay muchos tipos de habilidades humanas que pueden ser vistas como talentos: matemáticas, técnicas, lingüísticas, musicales, pictóricas, interpretativas, deportivas…
Pero hasta ahora no se ha estudiado la capacidad de ser feliz como un talento.
¿Te imaginas si se hiciera un estudio?
Eso es en cierta medida lo que intenta la Psicología Positiva: convertirnos en superdotados de la felicidad. Primero utilizamos sistemas de detección de nuestras capacidades (las fortalezas), luego estudiamos estas capacidades más relevantes para poder realizar una mejor orientación y potenciación de ellas, y ayudándonos de estas poder aumentar nuestro nivel de felicidad, apoyándonos más en nuestras habilidades más sobresalientes, y sirviéndonos de ellas para desarrollar todas las demás, para poder finalmente alcanzar nuestro estado deseado de superdotados en felicidad.
Todos tenemos la capacidad de ser felices, es algo innato en el ser humano, pero si trabajamos en ello podemos alcanzar un nivel mucho más alto, y llegar así a desarrollar todo nuestro potencial, todo nuestro potencial de ser felices!!!!

martes, 14 de junio de 2011

ENTREVISTA A TAL BEN SHAHAR. Profesor de Psicología Positiva en Harvard



Cuando empecé a enseñar Psicología Positiva en Harvard, un estudiante me dijo: “Me fijaré en usted y si le veo siempre feliz, me matricularé en su curso.

Un chico listo.
¿Usted cree? Le contesté que si me veía siempre feliz, era porque o yo era un psicópata o estaba muerto. Porque sólo los psicópatas y los muertos no sienten nunca envidia, tristeza, dolor, celos... Y nunca fracasan.

¿Qué enseña usted, entonces?
Dése permiso para ser humano... ¡Verá qué alivio! Sólo cuando deje de negar errores y de bloquear las emociones negativas permitirá que le afecten también las positivas.

¿Por qué cree que negamos el error?
Nos educan en la mitificación del éxito.

Palabra vendelibros.
Los padres presionan a sus hijos para que triunfen tras haberse machacado a sí mismos: si no han triunfado, es que no han trabajado bastante. Y nunca es bastante. Yo mismo me torturé la juventud con dos frases: “Nada sustituye al trabajo duro” y “Cuanto más trabajo, más éxito tengo”.

Están de moda; con el sufrimiento.
Pues conducen a la mentira del perfeccionismo. La verdad es que si quieres triunfar más, debes empezar por fracasar el doble y para ello debes comenzar por asumir las emociones que la derrota lleva aparejadas.

¿Cómo?
La vida es una sucesión de fracasos para poder tener algún éxito. Y la paradoja es que cuando aceptas el error, el dolor, la soledad; y las emociones que provocan: el odio, la tristeza, la envidia, los celos, la frustración...

...
Y los dejas fluir sin intentar suprimirlos, sólo entonces dejan de ser tus emociones, para ser sólo emociones. Así se disuelven.

Por ejemplo.
Es mera terapia cognitiva. Supongamos que tiene pánico a hablar en público...

¿Qué sugiere?
Usted interpreta el público –hecho– como amenaza –pensamiento– y reacciona con –sentimiento– ansiedad. Acepte esa ansiedad; déjela fluir y no intente reprimirla.

Pero me seguirá paralizando igual.
La naturaleza para ser gobernada antes debe ser obedecida. Déle curso y llegará a interpretar al público como gente que le quiere y escucha hasta lograr frenar la ansiedad.

¿No se trata de evitar que afecte?
Eso déjeselo a Clint Eastwood. Usted dése permiso para ser débil. Ser positivo no es ignorar o quitar importancia a la realidad, sino aceptarla. Y asumir sus emociones.

Cuanto menos afecten, mejor.
Al revés: negar las emociones desconecta de la realidad. Por eso, cuando usted sea consciente de que ha fracasado y que ha sido vanidoso, egoísta, celoso o traidor...

Vale, ya le capto.
No se conforme con pensarlo usted: no sirve. Dígaselo a alguien. Y si no tiene a quién confesarse, escríbalo. Pero... ¡Expréselo!

Por ejemplo.
Muchos hombres se niegan el derecho a ser cobardes o a cualquier otra emoción. En nuestra cultura el hombre que siente es un sentimental, o sea, débil: menos hombre.

¿Y ellas?
El pecado emocional de ellas suele ser negar el enfado. Les parece poco femenino pillar un buen cabreo... Y que se note.

Con lo a gusto que te quedas.
Cuando despiden del trabajo a uno de mis pacientes, le hago escribir un “diario del cabreo del parado” para expresar lo humillante que es que prescindan de ti; lo inútiles que son muchos de los que se quedan.

Un desahogo.
Relaja más chillárselo a los jefes, pero aunque sea tarde, que lo expresen. Los parados que se manifiestan, maduran, crecen, se distancian de su emoción y se ponen en mejor posición para encontrar empleo después.

O no.
O no, pero tendrán más autoestima y realismo para juzgar un sistema incapaz de repartir la prosperidad a través del empleo. Y serán capaces de organizarse para cambiarlo.

Es más fácil instalarse en la mentira.
En el hospital de Harvard verificamos si los equipos mejoraban resultados con las condiciones de efectividad de Hackman.

¿Y...?
Pues no mejoraban. Sólo comprobábamos esa mejoría en los casos de vida o muerte.

¿Por qué?
Porque no podían ocultar las negligencias que provocaban muertes, pero las demás las tapaban para “proteger al equipo”.

Así que no se corregían.
Hicimos que se comunicaran todos los errores menores y –después sí– verificamos que los equipos que las cumplían rendían más.

Los que tapan errores suelen ascender.
Sólo en organizaciones perfeccionistas, ergo mentirosas. En las organizaciones maduras, los errores no son fallos para culpar a una persona, sino oportunidades de todos para mejorar el funcionamiento del equipo.

¿Un optimista es un pesimista mal informado?
Yo prefiero ser optimalista y aspirar a casi todo, para al fin saber disfrutar con casi nada. Hoy sabemos que la felicidad no es la culminación del éxito, sino sólo su inicio.

¿...?
Las personas que asumen la realidad –que son sólo humanos– no aspiran a ser el más listo, guapo o rico, sino que aprecian lo que ya son. Y son más felices. Y, a partir de ese bienestar, suelen tener éxito.

EJERCICIOS PARA SER FELIZ 1.






Como ya hemos dicho en alguna ocasión la Psicología Positiva nace siguiendo al modelo médico: al igual que antes se iba al médico cuando uno estaba enfermo, hoy en día se ha visto como pueden resultar muy provechosos los programas de prevención, es decir prevenir antes que curar como dice el refrán. Así antes iba al psicólogo aquella persona que tenía algún tipo de problema que representaba una desadaptación para el normal desarrollo de su vida diaria (más o menos grave), en cambio ahora, gracias a la Psicología Positiva podemos “utilizar” la psicología para llegar a nuestro desarrollo pleno, a alcanzar nuestro máximo potencial, para ser felices.
Anteriormente teníamos muchos libros de autoayuda, que mediante la enseñanza de la psicología más popular, de autores que nos contaban sus formas de haber solucionado sus crisis, de la aplicación de la psicología patológica, etc. Difundían formas de intentar alcanzar un mayor crecimiento como personas.
Ahora gracias al desarrollo de la Psicología Positiva tenemos programas, técnicas, especialistas formados específicamente en ello, manuales… que nos ayudan de manera más precisa, y no sólo cuando tenemos ya algún tipo de problema o crisis en nuestras vidas, sino para aprender una nueva forma de pensar y actuar que nos lleve a desempeñarnos de manera más funcional para poder alcanzar un mayor grado de felicidad. No sólo hay que tener un pensamiento positivo (pensar que todo va a ir bien), si concebimos esto de una forma ingenua, sino que poniendo en práctica estos métodos de actuar y pensar podemos aprender y tener como hábitos, formas de prevenir, de alguna manera, el que nos ocurran estas crisis, o saber salir de ellas de una manera más sencilla y efectiva, si es que no podemos evitarlas.
Sabemos que nuestro cerebro puede cambiar a lo largo del tiempo, que para llegar a la meta de ser más felices tenemos que comportarnos de la misma manera que si intentáramos perder peso o adquirir el hábito de hacer ejercicio.
Hoy os propongo un ejercicio:
Tomaros unos minutos para escribir algún suceso de vuestras vidas donde os pasara algo bueno, donde fuerais felices… Y escribirlo, no vale sólo con pensarlo. Y más aún, tomaros otros minutos para contárselo a alguien: Hoy me he estado acordando de aquella vez cuando…
Está comprobado que os hará sentiros mejor mientras lo escribís, que se os escapará alguna sonrisilla mientras lo hacéis, que ese estado momentáneo de bienestar influirá en que tengáis un mejor un mejor día, y que también haréis que estos efectos se contagien a alguien, si se lo contáis. Y más aún, si tomáis el hábito de hacerlo, por ejemplo una vez por semana, los beneficios se multiplicarán y serán más persistentes en el tiempo.

Probarlo y me contáis…

jueves, 3 de febrero de 2011

APRENDIENDO A ELEGIR...


Tenemos que aprender a controlar la calidad de nuestras vidas. No podemos controlar los acontecimientos que nos suceden, pero si tenemos la opcion de elegir. Podemos elegir en que nos centramos, el significado que tienen las cosas para nosotros y lo que hacemos al respecto. Muchas veces las condiciones de nuestra vida vienen dadas por nuestras decisiones. Si hubiesemos hecho decisiones diferentes, nuestras vidas podrian haber sido totalmente diferentes. Piensa en alguna decision importante que haya cambiado tu vida y veras como es asi, por ejemplo la carrera que estudiaste, la persona que elegiste para casarte… cualquier decision tiene un impacto en ti. Las decisiones que tomamos forjan nuestro destino. De tal forma que tenemos que hacer nuevas decisiones si lo que queremos es cambiar nuestro destino. Si quieres cambiar tu vida, primero tendras que cambiar tu.

Pero tambien tenemos que aprender a tomar decisiones, tenemos que comprometernos con las decisiones que tomamos, que no aceptar ninguna otra posibilidad y lanzarnos a la accion para conseguir lo que queramos. Tenemos que aprender a elegir y tenemos que entrenarnos en ello, para asi poder desarrollar nuestra habilidad para elegir, nuestra capacidad de compromiso y la capacidad de obtener resultados y hacer las cosas bien.

¿Qué decisiones estas dispuesto a tomar para cambiar tu vida desde hoy?

lunes, 31 de enero de 2011

UN AÑO MAS...

La idea de que sentirse bien puede tener un efecto positivo en la salud no es nueva, ¿pero es cierta? Un artículo reciente publicado en la revista Current Directions in Psychological Science, de la Association for Psychological Science (APS) de Estados Unidos, analiza esta cuestión, a partir de la revisión de los estudios existentes sobre el efecto de las emociones positivas en la salud de los ancianos.

El autor de esta revisión ha sido Anthony Ong, un psicólogo e investigador de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, especializado en el estudio de los recursos emocionales, cognitivos y culturales que utilizan las personas para adaptarse a las circunstancias adversas de la vida, a medida que envejecen.

Según explica Ong en un comunicado de la APS: “Todos envejecemos. Sin embargo, es cómo envejecemos lo que determina la calidad de nuestra vida”.

En ese proceso, los datos de los estudios revisados por el psicólogo señalan que las emociones positivas realmente son un potente antídoto contra el estrés, el dolor y la enfermedad.

Ong afirma que una actitud positiva puede proteger contra una mala salud en la tercera edad, de diversas formas. Por ejemplo, las personas más felices tienden a afrontar la vejez de manera preventiva, haciendo ejercicio regularmente o cuidando su descanso nocturno.

Por otro lado, este tipo de individuos es más propicio a evitar comportamientos insanos, como el tabaco. Los beneficios de ciertas elecciones en el estilo de vida cobran mayor importancia en la vejez, época en que los cuerpos se vuelven más susceptibles a la enfermedad.

Y, además, una visión optimista ayuda a combatir el estrés, que se sabe es un factor de riesgo de padecer numerosas enfermedades.

Según diversos estudios, los individuos con emociones positivas más fuertes presentan niveles más bajos de sustancias químicas asociadas con inflamaciones vinculadas al estrés. Por tanto, adoptando una actitud positiva, afirma Ong, la gente puede evitar incluso algunos de los daños físicos ocasionados por el estrés.

En definitiva, el bienestar psíquico puede influir en el proceso de envejecimiento, en el que se produce un declive gradual del sistema neuroendocrino, el sistema cardiovascular y el sistema inmune, escriben los investigadores en Current Directions in Psychological Science.

Este declive contribuye a aumentar el riesgo de enfermedad y mortalidad, pero resulta importante comprender que las alteraciones de los procesos fisiológicos derivadas de la edad no son invariables: existirían diferencias en el grado de vulnerabilidad y en la resiliencia (capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas), que dependen de cada individuo y de su propia capacidad para sentirse bien.


Los ancianos no serían los únicos en beneficiarse de las emociones positivas.

Según un artículo anteriorsobre los trabajos de Anthony Ong, publicado por la Universidad de Cornell, las emociones positivas pueden ayudarnos, en general, en

Cuatro aspectos de la vida.


En primer lugar, las emociones positivas pueden servir para recuperarnos de emociones negativas, e incluso de los efectos de éstas sobre el organismo.

En pruebas realizadas en laboratorio, Ong descubrió que las emociones positivas favorecían una recuperación cardiovascular más rápida del daño producido por emociones negativas y que, además, estas emociones fomentaban la superación de momentos críticos de la vida, como el de la pérdida de un ser querido.

En segundo lugar, Ong afirma que las emociones positivas aumentan la capacidad de atención y de reflexión, algo que han demostrado los estudios llevados a cabo por otra psicólogo de la Universidad de Cornell, Alice Isen, durante dos décadas de investigación.

En tercer lugar, las emociones positivas fomentan también la resiliencia psicológica, es decir, mejoran nuestra capacidad de afrontar experiencias negativas; y, en cuarto lugar, estas emociones generarían bienestar emocional y físico.

Para Ong, no se puede negar que las emociones positivas tienen un valor como recurso de adaptación y que, por tanto, resulta importante estudiarlas para entender y potenciar nuestros medios de desarrollo y florecimiento.

En cuanto al modo de fomentar este tipo de emociones a nivel individual, Ong aconseja cinco maneras de hacerlo. Una de ellas es tratar de encontrarle sentido a la vida cotidiana, revisando los acontecimientos adversos desde una perspectiva positiva, dándole un valor positivo a los sucesos cotidianos y proponiéndonos objetivos realistas.

La segunda vía es explorar técnicas de relajación que favorezcan la calma interior. Asimismo, Ong recomienda conectar con otras personas para despertar en nosotros emociones positivas, y realizar actividades que nos parezcan intrínsecamente motivadoras.

Por último, el cuidado personal también favorece la actitud positiva: una buena alimentación, un buen descanso y el ejercicio físico regular, son factores que favorecen no sólo el bienestar físico, sino también bienestar psíquico.