martes, 26 de marzo de 2013

¿ES IGUAL? ¿ES DISTINTO?




A veces no nos damos cuenta y tendemos a pensar lo mismo una y otra vez, a pensar las cosas siempre de la misma forma, a ver siempre el mismo tipo de cosas, a poner etiquetas a todo, en vez de profundizar más y ver las distinciones, los pequeños detalles que a veces lo cambian todo. Te doy unos ejemplos para que puedas notar la diferencia. Y no dudes en compartir los tuyos!!!!

No es lo mismo:

-          PREOCUPARSE que OCUPARSE.

-          TENER QUE que ELEGIR HACER.

-          EXIGENCIA que EXCELENCIA.

-          TOLERAR que ACEPTAR.


PREOCUPARSE que OCUPARSE

Preocuparse es andar dándole vueltas a las cosas, ¿y si pasa esto? ¿y si no consigo lo otro?, y generalmente conlleva sentimientos de miedo y tensión.

Pero si nos centramos en las cosas de manera positiva: ¿qué tengo que hacer para que pase o no pase esto?, ¿qué tengo que hacer para conseguir lo otro?, y nos ponemos a hacerlo, toda esa energía se centra en ocuparse de que esas cosas pasen o no pasen, nos hacemos responsables de nuestras vida, es algo que tiene que ver con nuestra intención.

TENER QUE que ELEGIR HACER.

Tengo que, suena a obligación, y a veces nos gusta ser rebeldes, no nos gusta que nos impongan las cosas, o imponérnoslas nosotros mismo. Si tengo que… pues voy y no lo hago.

Sin embargo si elijo hacer, es un acto voluntario que implica un compromiso emocional, desde la libertad se pronuncia el quiero.

EXIGENCIA que EXCELENCIA.

Exigir a los demás o exigirnos a nosotros mismos lo vemos como algo bueno, si me esfuerzo mucho conseguiré más cosas, cuanto más me esfuerce mejor. Esto nos lleva a un automatismo de más, más, más.. que está muy vinculado a lo que yo soy y lo que yo hago, a los resultados y al éxito.

La excelencia se centra en los resultados, para disfrutar del camino, del proceso de aprendizaje, se acepta el error como una oportunidad para aprender, es mi ser lo que importa no mi hacer.

TOLERAR que ACEPTAR.

Si tolero algo, a alguien o alguna opinión, lo hago desde una posición de superioridad: yo, que tengo la razón tolero tu postura ante algo. Cuando tolero algo o a alguien siento como si tuviera que hacer un esfuerzo, con la energía y el coste que eso me supone.

Aceptar, es algo más profundo, es hacer lícita la opinión del otro, la aceptación proviene del amor, de la empatía y es incondicional, hace que el otro se sienta absolutamente aceptado y respetado.

 

¿Qué cosas tendemos a ver siempre igual que nos cierran las posibilidades de un cambio para mejor?

¿Y si nos esforzáramos en ver las cosas un poco diferentes, desde otra perspectiva, qué cambiaría eso en nuestra forma de ver el mundo y de actuar sobre él?

No hay comentarios:

Publicar un comentario