LA PERSPECTIVA

Muchas veces no nos damos cuenta, pero al pensar en las cosas nos fijamos únicamente en ciertas características de ellas. Las analizamos, como siempre hemos hecho, sin tener en cuenta los múltiples puntos de vista que un mismo hecho, objeto, situación… puede tener. Al percibir algo tenemos que tener en cuenta que nuestra forma de hacerlo, es ir juntando piezas de información. Ya a nivel fisiológico vemos imágenes, y sin embargo lo que hacemos es percibir colores y formas y luego darles un sentido y unirlas a olores, sonidos, interpretaciones emocionales, estados de ánimo…

Y sin embargo, tenemos que acostumbrarnos a cambiar de perspectiva, a abrir la mente e intentar abordar las cosas desde distintos puntos de vista, para que, y aunque sea inabarcable, podamos llegar a tener una concepción más amplia de la realidad que nos rodea. Imagínate lo distinto que ve, siente o experimenta… por ejemplo el mismo bosque: según una hormiga que pasea por un sendero, según un árbol inmenso que descansa en una vereda, según un águila que lo sobrevuela…

Así no sentiremos lo mismo hacia un problema si lo vemos como algo inmenso que nos paraliza, o un reto que sabemos que podemos resolver, o una molestia pequeña que sólo nos va a hacer dar un pequeño rodeo en el camino. No reaccionamos ante las mismas cosas de la misma manera si las vemos en perspectiva, no sólo teniendo en cuenta los diferentes puntos de vista, sino teniendo también en cuenta la importancia que tienen en nuestra vida a nivel más general.

Como en un videojuego, tenemos que acostumbrarnos a saber que ¡por supuesto que podemos pasar a la pantalla siguiente!. Sólo con un poco de práctica, y aprendiendo cada vez que conseguimos salvar un obstáculo!