LA TÉCNICA DEL 3/3/3

Como ya sabemos anteriormente la Psicología se centraba en lo negativo: la depresión, la ansiedad, el duelo… pero a partir de la Psicología Positiva se ha cambiado el enfoque y ahora vamos a centrarnos, desde ese punto de vista, en lo positivo: en lo que ya tenemos, ya somos, ya sabemos…

 

Muchas veces no sabemos qué hacer para ser más positivos. Para ser más felices. Para pasar un día más feliz.

 

Hoy te propongo un ejercicio para que te enfoques de manera positiva, para que aprendas a entrenar el pensamiento positivo, para que pase lo que pase durante el día tú puedas permanecer positivo en él.  

 

Así verás que si tú te sientes mejor en tu interior y todo comenzará a fluir de manera positiva. Si tú estás enfocado en lo positivo, tú mismo actuarás de manera diferente, percibirás cosas de manera diferente y actuarás en consonancia más positivamente.

Y cuanto más entrenes tu pensamiento positivo, más fácilmente se convertirá en un rasgo de tu manera de ser.

 

La Técnica es muy sencilla: consiste en pensar tres cosas positivas y en tres personas a las que puedas estar agradecido tres veces al día, (al menos tres). Párate a pensar que te costará ¿tres minutos como mucho?, y verás como en ese momento cambia tu estado mental y te enfocas de manera positiva.

 

Y verás como si lo pones en práctica durante un tiempo, después te encontrarás a ti mismo haciéndolo sin pensar, porque al hacerlo te sentirás mejor, y se volverá un buen hábito que te hará apreciar las cosas de manera distinta.

 

No hace falta que sean cosas importantísimas, lo que se te ocurra. Por ejemplo imagínate que estás lavando los platos después de la comida y en vez de pensar: “¡Qué pesadez tener que hacer esto!”, piensas: “Qué suerte tengo de poder haber comido hoy, porque hay mucha gente que no puede, y tener agua corriente, que imagínate que hay una avería y no tuviera por un tiempo, y me acuerdo de aquella amiga que una vez me preparó una cena tan especial.”

 

Con este sencillo ejercicio simplemente te empezarás a dar cuenta, de una manera trivial, de la suerte que tienes por tener lo que tienes, y de que estás conectado con otras personas que te quieren y se preocupan por ti.

 

Y es que a veces se nos olvidan las cosas más sencillas, y a veces no les damos importancia, y a veces son las cosas que más felices nos hacen.