El
hemisferio izquierdo, se fija en la dimensión tangible de las cosas, lo
cuantitativo, lo material:
-
Procesa el
lenguaje verbal
-
Usa la capacidad
de análisis y abstracción
-
Procesa la
información de manera secuencial
-
Resuelve problemas
matemáticos
-
Usa el
pensamiento lógico y racional
-
Procesa el
transcurso del tiempo
-
Es analítico,
lineal y sucesivo
-
Es digital
-
Utiliza el
pensamiento convergente: obtiene información nueva con los datos disponibles
-
Procesa
información teórica y numérica
-
Es responsable
del orden, la estructura, la planificación
-
Utiliza las
normas, reglas y protocolos estandarizados
El
hemisferio derecho, es más cinestésico y sensorial:
-
Interpreta
metáforas
-
Reconoce melodías
musicales
-
Es simbólico
-
Sintetiza la
información que le llega
-
Combina las
partes para formar el todo, busca pautas
-
Procesa la
información de manera global
-
Emplea un
pensamiento divergente
-
Es emocional y
espiritual
-
Es cualitativo en
su procesamiento
-
Es artístico y
original
-
Procesa el
lenguaje no verbal
-
Resuelve
problemas de percepción espacial, de movimiento y orientación
-
Desarrolla la
intuición, la imaginación, la creatividad
Ambos
funcionan a la vez y son complementarios.
¿Te
imaginas tratar de resolver un problema con uno y luego con otro? ¿Qué sería
diferente? ¿Qué soluciones distintas nos darían? ¿Qué perspectivas diferentes
aportarían? ¿Solemos utilizar más uno o el otro? ¿Y si lo cambiamos por un
tiempo para experimentar? ¿Podríamos fusionar cosas que antes nos parecían
incompatibles?
Es
algo parecido a la elección de pensar con la cabeza o con el corazón. Se ven
las cosas de manera diferente, y hay que aprender a combinar ambas, a salirse
de nuestro patrón establecido y explorar nuevas perspectivas, para así poder
ampliar nuestras posibilidades de actuación.
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