Para
alcanzar la felicidad es necesario tener claro cuales son nuestros objetivos y
metas.
Para
poder alcanzar estos es necesario que tracemos un plan.
Para
llevar a cabo nuestro plan es necesario el establecer nuestras prioridades.
Hoy
os queremos proponer un ejercicio para evaluar nuestras prioridades, para ello
debemos elaborar una lista con nuestras prioridades, y luego ordenarlas según
su importancia. Una vez hecho esto debemos anotar al lado de cada una el tiempo
que les dedicamos diariamente. Así nos daremos cuenta de si actuamos acorde a
lo que para nosotros es prioritario, o si nos desenfocamos y empleamos nuestro
tiempo en cosas que no son tan importantes.
¿Por
qué es importante establecer claramente cuáles son nuestras prioridades?
Existe
una historia que nos puede hacer entender esto claramente:
Un
experto en gestión del tiempo realizó un experimento en un grupo al que estaba
dando una conferencia. Sacó un jarrón de boca ancha y un montón de piedras de
tamaño de una pelota de tenis, y preguntó a su audiencia cuántas pelotas
podrían caber en el jarrón hasta llenarlo. Mientras los asistentes comentaban
sus ideas, el experto metió las piedras en el jarrón hasta llenarlo, y una vez
finalizó les pregunto si ya estaba lleno el jarrón. Todos respondieron que sí.
Entonces sacó gravilla y la fue metiendo en el jarrón agitándolo hasta hacer
que penetra por las rendijas de las piedras. Volvió a preguntar a su público si
ahora pensaban que el jarrón estaba lleno. Y todos volvieron a responder que
sí. Entonces el experto sacón una bolsita de arena y la fue metiendo el jarrón
por los huecos que quedaban, y volvió a preguntar si el jarrón estaba ahora
lleno. El público ahora dudaba. El experto entonces sacó agua y demostró que
todavía se podían meter más cosas en el jarrón. Después preguntó: “¿qué nos
enseña esto?.”
Los
asistentes respondieron: “Que siempre se pueden añadir más cosas a la agenda.”.
Pero el experto concluyó: “No, lo que nos enseña es que si no pones las piedras
grandes al principio, luego ya no cabrán.”
Hay
que tener claro cuales son las piedras grandes en nuestra vida: la familia, los
amigos, los sueños, la salud. No hay que olvidar ponerlas primero. El restó
hallará su lugar.
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